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ISAGEN y ¿qué extraer de nuestra indignación colectiva?

Educar a la nueva generación es importante para que decisiones como la venta de ISAGEN, que generan indignación, no vuelvan a ocurrir.

Un pueblo educado es difícil de engañar. La pregunta es: ¿Cómo dar de lo que no tenemos?

La clave entonces, no son las nuevas generaciones; siempre lanzamos la responsabilidad sobre ellos, la clave nace con la generación actual, es decir, cada uno de nosotros, cada persona que lea esto sin importar su edad, creencia o ideología.

La clave es cambiar la impotencia por impulso y entender por qué, aun cuando somos más, la minoría hace de las suyas.

Ellos entienden el poder de la ignorancia en los gobernados.Ellos entienden el poder de la división entre las masas.Ellos entienden lo útil que resulta hacerte creer que no puedes hacer nada. 🙁

Poco a poco, uno a uno, nos convencieron de que estamos solos como ciudadanos independientes, que aun cuando la indignación sea colectiva, todos nos preguntemos: “Pero, ¿y qué puedo hacer yo?“.

Cada vez que preferimos el licor antes que la lectura, gana la minoría.

Cada vez que nos golpeamos entre todos porque “eres del rojo, verde, azul o cualquier equipo”, gana la minoría.

Cada vez que los eventos internacionales son más valorados que los nacionales, gana la minoría.

Cada vez que rechazamos a locos e innovadores por el: “¿cómo vas a vivir de eso?“, gana la minoría.

Debemos entender que la minoría se educa para manipular a la mayoría. Tienen carreras para ello y hasta buscan educación en el exterior para tal hazaña.

Dentro de esa minoría, existen personas que quieren hacer las cosas bien, quieren el progreso de un país, quieren el progreso de una nación. Están en la minoría, haciendo fuerza, contrapeso, resistencia.

Respeto a esas personas, porque se educaron como la minoría para proteger los intereses de la mayoría, pero… ¡No pueden solos!

Es importante concluir que la clave está en nosotros, debemos comprender que en la actualidad y con las posibilidades de las cuales disponemos, estamos equipados con la capacidad y el poder para hacer valer nuestros pensamientos colectivos y proteger lo que consideramos nuestro.

Si lo hacemos, si comenzamos tú y yo juntos, si enseñamos a otros a pensar, la minoría no tendría otro camino que buscar cómo estar a la altura de la mayoría.

He escuchado decir:

“Tenemos los gobernantes que nos merecemos”. Sin embargo, yo creo que:

Así pues. ¿Seguirás eligiendo ignorancia?

P. D. Gracias a María Camila Cuellar, Da New Samir y Paola Burgos por ayudarme con la revisión.