Buscamos culpables cuando ha pasado un año y no ha ocurrido nada.
Buscamos culpables cuando estamos en la primera semana del segundo mes del año y los problemas que iniciaron el año anterior son similares a los del actual.
Es curioso que buscamos culpables cuando el error es evidente, pero si se genera un acierto no buscamos culpables, instantáneamente deducimos y concluimos que somos el origen de aquel éxito, somos los gestores de la respuesta correcta, somos los portadores de esa verdad, pero… ¿Lo somos?
¿Por qué no buscamos culpables en ese momento de alegría?
Duele.
Duele saber que lo poco o mucho que logramos y que nos hace sentir orgullosos no lo alcanzamos solos. Necesitamos de otros y lo más importante, otros fueron los gestores y nosotros, alimentados por el miedo a no perder, muchas veces avanzamos.
Necesitamos sentir que somos héroes, campeones y gladiadores de la vida. Personas que lograron enfrentar el miedo, lo miramos a los ojos y con carácter, retamos al demonio que acechaba nuestro paso.
Queremos una historia, algo para contar. Queremos que otros nos escuchen al mismo tiempo que abren sus bocas de asombro, sus ojos reflejen sorpresa y un poco de incredulidad.
Queremos lo que muchas veces no merecemos.
Por eso, la vida, en el corto tiempo que ha pasado, me ha enseñado que siempre hay que buscar culpables.
No cuando me equivoco, sino cuándo acierto.No cuando es erróneo, sino cuándo es preciso.No cuando es indeciso, sino cuándo es certero.
Debemos buscar culpables cuando logramos lo que deseamos. Somos los culpables cuando pasa un año más sin hacer algo al respecto en nuestra vida.
Debemos buscar culpables cuando la felicidad está presente la mayoría del tiempo. Somos los culpables cuando permitimos que la negatividad acompañe nuestros días.
Debemos buscar culpables cuando es positivo y edificante. Somos los culpables cuando es negativo y destructivo.
Buscar culpables y tener presente que existen, te permitirá ser humilde y avanzar con velocidad.
Entender que somos los culpables de un error o un desacierto, nos permite identificar falencias y reaccionar a ellas rápidamente.
Buscamos culpables y debemos saber qué buscar. Somos culpables, porque a veces ignoramos que la culpa, fue de otro.