El dinero o valor, ha estado presente en cada era de la que hablaremos hoy. Esa es la razón por la que iniciaré hablando de…
El dinero
Es de esas cosas que me fascina estudiar y aprender.
Mientras algunas personas odian el dinero y lo rechazan en su vida, yo busco entenderlo y lo mas importante, aprender a utilizarlo y multiplicarlo.
El objetivo de este artículo es que entiendas de una manera muy sencilla que es el dinero y cómo funciona. Sí, sé que podría hacer artículos más cortos, pero tenemos mucho que recorrer de la historia para comprender nuestro estado actual.
Confía en mí, el propósito vale la pena. 😉
Para conocer algo, siempre es prudente remitirse a su historia, de esta manera podemos entender mejor el futuro y evitar cometer los mismos errores.
Durante la era agraria, la economía giraba en torno a la tierra. Existían solo 2 clases sociales:
Todo se fundamentaba en conseguir sustento de la tierra y pagar tributos a los dueños, la realeza.
En ese tiempo, lo más recomendable era encontrar un reino poderoso, el cual poseyera buenas tierras, un abundante ejército para defender sus fronteras y su población, punto.
Si no eras de sangre azul, lo mejor que podías hacer era volverte un experto en producir cosas de la tierra, fabricar herramientas o repararlas.
La moneda tenía valor por su material, pero no se intercambiaba mucho entre diferentes culturas con ella. En vez de eso, se intercambiaba con bienes y productos.
La era industrial
A partir del siglo XVI, se empezaron a forjar nuevas maneras de mirar el mundo, se iniciaron cambios sociales y tecnológicos que marcaron una nueva etapa en nuestra historia reciente: La era industrial y si hablamos de características podemos concluir que:
Al principio, —con el acta de la reforma agraria— la realeza empezó a cobrar alquiler sobre la tierra y la gente de la plebe se dividió en 2 grupos:
- Los que se adaptaron al cambio.
- Los que no se adaptaron al cambio.
Algunos se quedaron viviendo de la antigua manera, pero los que cambiaron, se convirtieron en burgueses y comerciantes.
También se crearon los derivados financieros. Los reyes daban tierras que se pagaban con préstamos, se creó la hipoteca sobre la tierra y algunos otros impuestos.
Si piensas en la actualidad, la tierra ya tiene “dueños”, pero aun así, siempre deben seguir pagando impuestos. De cierta manera, los bienes raíces siguen haciendo honor a su nombre en inglés: “real state” (estado de la realeza) porque siempre seguirán costando un impuesto. Pero bueno, sigamos… esto fue una curiosidad.
Luego de los primeros cambios vinieron grandes avances tecnológicos como la máquina de vapor, los trenes, los telégrafos, la electricidad, etc. Todos estos cambios fueron los que motivaron la interconexión entre regiones.
Surgió una nueva clase social, la clase media. La moneda fue sufriendo un proceso de cambio y la economía también.
Esto, reorganizó toda la sociedad alrededor de nuevas maneras de producir valor y generar trabajo.
Se fueron adquiriendo nuevas costumbres para vivir en un mundo que cada vez estaba más conectado y se cambió por completo la forma de ver la realidad.
La moneda se empezó a utilizar como intercambio entre los países. El comercio lentamente dejó de ser un mero intercambio de productos físicos y los sistemas monetarios empezaron a tomar mayor fuerza. Tiempo en el que surgieron miles de bancos.
Hasta aquí, la evolución estaba creciendo y para finales del siglo XIX y principios del XX, casi toda la educación provenía de la propia familia. Existían muchas universidades y colegios, pero el sistema educativo no era masivo y era para gente privilegiada.
La educación masiva y la aceleración de los procesos sociales
A principios del siglo XX nació entonces una nueva necesidad. Debido a los avances tecnológicos tan rápidos, cada vez era más crítico contar con empleados calificados dentro de las nuevas empresas.
Fue ahí cuando se empezó a masificar la educación. Concretamente en Estados Unidos se creó una junta nacional para la educación durante las 2 primeras décadas del siglo XX.
El nuevo significado del valor
Para este momento, la moneda seguía ligada al oro, algo físico (patrón oro). Si por ejemplo, yo quería cambiar un billete por oro, lo podía hacer. Hoy en día, eso no es posible.
¿Razón?, la verdad es bastante profunda y la tengo destinada para otro artículo.
Lo que sí sucedió —en gran medida por la injerencia de las economías más poderosas— fue que entre 1930 y 1971 la moneda se desligó de cualquier valor físico, en otras palabras, toda la vida hemos estado trabajando por algo que físicamente no existe.
Muchas personas probablemente no entiendan a profundidad las implicaciones de esto, pero voy a explicarlo de la manera más simple para que todos logremos entender:
El dinero sólo tiene valor por la confianza que las personas le tienen a los estados, por la deuda, el interés, la inflación, y por último los impuestos; que aseguran cierto recaudo anual para los Gobiernos. Esto significa que sin Gobiernos, el dinero no tendría NINGÚN VALOR.
Tu confías en que cada vez que vas a una tienda y entregas tu dinero, la otra persona a cambio compartirá un producto o servicio.
¿Por qué lo hace?
Él confía que puede hacer lo mismo.
No es el valor físico (oro). En el momento que entendí este concepto empecé a hilar cabos sueltos durante mucho tiempo tratando de comprender cómo funcionaba todo.
Empecé a cuestionar muchísimas cosas, pero fue el inicio para valorar otras.
Detrás de los cambios vino una democratización de la economía. Ya existían maneras de apalancamiento para cualquier ciudadano común y este podía empezar a hacer parte de los mercados bursátiles, de las inversiones y de los grandes negocios.
Gracias a esto, también un fragmento muy grande de la sociedad empezó a tener un nivel cultural y científico mucho mayor, que derivó en grandes avances para toda la humanidad.
En todo caso, saber esto me sirvió mucho para empezar a pensar de manera más inteligente y a valorar los procesos y la experiencia de muchas personas, así como también, aprender de gente mejor que yo, que ya había logrado muchísimas cosas y que tenía una visión y un entendimiento más amplio del mundo.
Hasta este punto, algunas personas se enfadan. Sienten que han descubierto una verdad que ignoraban por completo, se molestan con todos y todo.
Pero ¿sabes?, ninguna circunstancia o evento es mala o buena por sí sola. Que las cosas sean malas o buenas depende de quien las use.
Tú decides qué vas a hacer de esa experiencia y si quieres sacar algo positivo o negativo de ella
En la era industrial, y hasta hace algunas décadas recientes, la mejor cosa que uno podía hacer o el mejor consejo que podía tomar era: ″estudia, saca buenas notas y consigue un excelente empleo”. Y funcionaba por varias razones:
- La jubilación era algo real.
- La capacitación y los estudios eran algo vital que se pensaba no perdería vigencia.
- Los trabajos eran muy estables.
- Y por último, había mucha demanda de empleados y toda la industria estaba en auge de crecimiento.
Pero la tecnología siguió y siguió avanzando a un ritmo cada vez mayor. Los mercados se volvieron más competitivos. El mundo se globalizó y el cambio más importante que surgió fue el desarrollo de las telecomunicaciones de última generación y el internet.
Todas estas nuevas herramientas virtuales han democratizado como nunca antes INMENSAS cantidades de información.
Se dice incluso que “algo que no esté en internet es porque no existe”. El acceso a la información ya es algo descontado.
Ocurrieron, siguen ocurriendo y seguirán ocurriendo múltiples cambios, circunstancias y oportunidades. Tu situación siempre va a depender de cuando las aproveches.
La inmensa mayoría de la gente que no supo adaptarse al cambio entre la edad agraria y la industrial se quedó pobre. Los que obtuvieron una educación antes o los que la obtuvieron de manera profesional pudieron seguir avanzando, y con ello, sus familias y sus descendientes. Los demás se fueron relegando.
Siempre ha ocurrido lo mismo: los que se resisten al cambio perecen. Los que no se adaptaron a los paradigmas metales para las armas sucumbieron, unos siglos después los bárbaros perecieron. Luego, vino el renacimiento y la era industrial y tanto la realeza como los que no se educaron se fueron “extinguiendo”.
Pasa en los negocios, pasa con las filosofías, los pensamientos, la tecnología y la manera de comunicarse e interactuar con otros seres humanos.
El común denominador en todas las eras es la palabra CAMBIO.
Y en este preciso instante ESTÁ PASANDO LO MISMO. Hace 25 años no existía internet en tu casa. Hace 10 años no existía Facebook, ni YouTube. Estamos en una época en la que casi toda la información está ahí a tu disposición.
Pero como hay tanta y existe mucha desinformación e información de bajísima calidad, lo difícil es procesarla. Lo difícil es tener información privilegiada, filtrarla, escogerla, desarrollarla y crear nuevos conceptos y maneras de utilizarla.
Lo que está generando dinero en este momento es CÓMO utilizamos esa información y CUÁL información nos sirve para aplicar en el día a día.
Es por esto que el consejo de ″estudia, saca buenas notas y consigue un excelente empleo” ya no es muy recomendable. ¡OJO!, la información y la educación siempre van a ser fundamentales. Y la mejor inversión que puedes hacer es en tu cerebro, como dijo Benjamin Franklin:
″Vacía tu bolsillo en tu mente, y tu mente llenará tu bolsillo”
Pero tu diploma ya no garantiza mayor cosa en el mundo de hoy. Lo que vale hoy en día es QUÉ vas a hacer con esa información y cómo la vas a aplicar. Valen las habilidades que desarrolles, los nuevos talentos que surjan de la puesta en práctica y el intento.
Cada vez hay más universidades y más graduados. Pero cada vez hay menos puestos fijos y como estamos en un mundo que ya es extremadamente especializado. Tú SOLO no podrás hacer mayor cosa por tu cuenta.
Existe tanto conocimiento que nunca podrás saberlo todo a la vez. Siempre tendrás que apoyarte en otras personas, y apalancarte a la hora de trabajar.
Y ahí está la clave de todo este escrito. Tú SOLO no podrás hacer mayor cosa por tu cuenta. En este mundo globalizado, el valor de las relaciones y aprender a comunicar un mensaje es inigualable.
Las 2 habilidades que traerán abundancia a tu vida son:
- La habilidad de crear relaciones.
- La habilidad de comunicarse.
Son 2 habilidades que dejarán a tu disposición todo lo que hablamos anteriormente. Concentra tus energías en desarrollar esos 2 puntos y te aseguro que la abundancia llegará a tu vida.
No lo hablo desde la teoría, te comparto esto desde mi experiencia personal.
Cuando tenía 18 años no tenía nada. Y desde ese punto inicié hasta mi edad actual donde puedo asegurar que he logrado construir mi vida tal como la deseaba.
¿Qué vas a hacer con toda la información que tienes? ¿Cómo la vas a aplicar? ¿Con quién vas a empezar a asociarte? ¿De quién vas a aprender?
Esas son algunas de las preguntas a las cuales debes buscar respuesta. El dinero es confianza y todas las personas exitosas y abundantes que conozco tienen estas 2 habilidades en común:
Saben relacionarse y comunicarse
Estás en una nueva era y hoy te acabo de dar la clave.
″En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”. – Eric Hoffer
Y algunos dicen todavía que la tecnología no permite mejorar las cosas.