“Hasta ahora hemos visto que el cociente intelectual es algo totalmente falso y en muchos sentidos va a ser irrelevante, porque la gente ante todo puede intervenir y cambiar”.
Estaba hace unos días en la hamaca de mi oficina y me hice una pregunta:
¿Será posible mantener la capacidad mental de mi cerebro, aun cuando esté envejeciendo? Sé que es una pregunta “rara” pero bueno, así soy.
Esa misma noche, me senté a leer un poco y entre documentos, encontré algo llamado plasticidad mental y resultó ser la respuesta para mantener la lucidez sin importar la edad. Esto será importante, porque siempre que logremos desarrollar dicha plasticidad, nuestra capacidad mental se mantendrá con el pasar de los años.
¿Te gustaría saber qué encontré? Bien, comencemos dando respuesta a la primera pregunta.
¿Qué es la plasticidad mental y cómo afecta mi capacidad mental?
La plasticidad mental o neuroplasticidad, pueden ser palabras extrañas para muchos —lo fue para mí—, principalmente, porque la palabra plástico nos hace imaginar cosas que poco asociamos con el cerebro.
La palabra plasticidad mental es un término comúnmente usado por neurocientíficos al referirse a la habilidad que posee el cerebro para cambiar a una edad determinada.
Como podrás imaginarte, esta ″flexibilidad” juega un papel importante en el moldeamiento de diversas personalidades, en otras palabras, es vital en el desarrollo, capacidad y deterioro del cerebro.
Se dice que nuestra capacidad mental es mayor cuando somos pequeños y estamos formándonos. Sin embargo, luego de múltiples investigaciones se descubrió que siempre estamos en formación y que esta capacidad mental no se acaba con el tiempo, la clave es entender los cambios que ocurren en nuestro cerebro y su causa.
Ahora, ¿cómo cambia el cerebro?
La plasticidad mental es un proceso físico. La materia gris puede crecer o hacerse más delgada, las conexiones neuronales pueden ser forjadas, refinadas o debilitadas.
Todos estos cambios en el cerebro físico se manifiestan como cambios en nuestras habilidades y capacidad mental, por ejemplo, cada vez que aprendemos un nuevo paso de baile, el cerebro refleja ese cambio creando nuevas conexiones que le dan instrucciones al cuerpo sobre cómo realizar el paso.
Cada vez que olvidamos el nombre de alguien estamos reflejando un cambio en el cerebro, las conexiones que conformaban ese recuerdo se han debilitado.
¿Cómo vamos hasta aquí? Si no has comprendido algo, no te preocupes, al final entenderás mejor.
Ahora, existe una creencia común y es que pensamos en la infancia y adultez temprana como un periodo de crecimiento cerebral. Las personas jóvenes constantemente aprenden nuevas cosas, empiezan nuevas aventuras y muestran un espíritu lleno de curiosidad.
Por otro lado, la adultez es vista como un periodo de deterioro cognitivo, con personas volviéndose más olvidadizas, menos inclinadas a buscar nuevas experiencias y más “centradas” pero ¡OJO!, no te tomes estas afirmaciones y creencias a la ligera, ya entenderás por qué.
El mensaje que logré extraer luego de leer durante unas horas sobre este tema fue:
¿Cómo salgo de la rutina?
La única forma de salir de la rutina es confrontando el cerebro con información nueva.
Las investigaciones recientes han mostrado que bajo las circunstancias adecuadas, el poder de la plasticidad mental puede ayudar a las mentes adultas a crecer, mejorar y mantener su capacidad mental.
Existen juegos que, en teoría, pueden ayudar a este desarrollo. Aun cuando no se ha demostrado al 100% que estos juegos nos ayudan a desarrollar habilidad para nuestra vida cotidiana, no tenemos nada que perder al agregar a nuestros días páginas web como Lumosity, en ella se busca por medio de juegos y actividad diaria, mantener y mejorar tu capacidad mental.
Ya puedo aclarar que estos juegos te vuelven mejor en dicha actividad debido a que el cerebro aprende, sin embargo, no es una actividad que afecte de forma directa tu desarrollo profesional. Aun así, ¡es divertido!
Esto es solo un poco de las posibilidades tan grandes que tenemos en frente y para saciar un poco la curiosidad que te generó leer este artículo, quiero ceder la palabra a Eduardo Punset, ¡disfrútalo!
¿Tienes alguna actividad o conoces algún estudio que nos ayude en aumentar nuestra capacidad mental? compártelo en los comentarios.