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Y tú… ¿Quién Te Crees?

Y tú… ¿Quién te crees?

Te la das de emprendedor y no tienes nada. Desde que te conozco años atrás, dices que lograrás cosas increíbles y veo siempre lo mismo. Primero vendías zapatos y ahora quien sabe que estás vendiendo. Primero intentaste un local, ahora estas con ¿internet? ¿E-commerce? O que palabra impronunciable estás tratando de hacer rentable.

No te veo encaminado, no te veo horizonte. Estás rebotando como balón de baloncesto a la merced de las “buenas oportunidades” o “los productos innovadores que piensas que se venden solo”. Será más de lo mismo, fracaso tras fracaso.

Y tú… ¿Quién te crees?

Deberías ser más responsable con tu vida y conseguir un trabajo de verdad.

Deberías dejar de soñar tanta tontería o creer las locuras que esos autores de libros de autoayuda te dicen. ¿No has entendido que ellos solo lo hacen para sacarte dinero?

A ver, dime algo ¿Qué ha pasado en tu vida desde esa última conferencia que estuviste hace unos meses? ¡Llegaste supuestamente recargado y con tu “Ajá!”.

Descubriste en que estabas fallando… ¡Pues yo lo sé desde que te conozco hace AÑOS! Comienza por no tener los pies en la tierra.

La verdad te escucho todo lo que me dices por amistad, pero ya no quiero escuchar más de las “posibilidades de crecer” o de “lo bueno que está el mercado para emprender” sinceramente, parece que no viviésemos en la misma ciudad.

Y tú… ¿Quién te crees?

Lees y lees. Ya ni escuchas música porque te la pasas con esos audios y cintas de autoayuda. Fui hace poco a buscar música en tu celular y solo encontré podcasts de emprendimiento. Esas cosas te tienen sumergido.

Amigo mío me tienes realmente preocupado, estás exagerando, mucho conocimiento poco resultado….

Ya sé quién te crees. La verdad hasta aquí llegue yo, no aguanto más tu empeño por este tema. Todos queremos mejorar en la vida, pero tu lo estás llevando al extremo.

De aquí en adelante caminarás solo en tu locura.

….

….

….

¡Hola! Se que no hablamos hace años…

Ahora entiendo un poco todo, y quería preguntarte… ¿Podrías ayudarme?

— ¡Claro! Cuenta conmigo compa, comienza con este libro, te diré luego como continuar.

Gracias, que suerte tienes.

— ¡Lo sé! Soy muy afortunado. Lo bueno es que la suerte está para ti también. Ve, compra este libro para que aprendas a construir suerte.

Ok. Lo haré. Gracias.

— Es con todo el gusto bro. Me alegra que me buscaras, es genial ayudar a un gran amigo. Se que nos distanciamos por nuestras ocupaciones, pero no importa. Este es el momento perfecto para comenzar. Que ha pasado en estos últimos 7 años, cuéntame…. como esta tu espo……

FIN.